Recorrido alterno de la exposición permanente. Anexo a la sala 22, sala hipertextual del siglo XIX.
Es una añeja práctica que los artistas destacados se realicen autorretratos presuntuosos o que representen, modelando, a sus honorables colegas
del gremio en el acto físico y mental de pintar imágenes en una
superficie plana y acompañados por los atributos del taller, la
disciplina o la academia: carboncillos, pinceles, caballetes, tientos,
lienzos, modelos, cuadernos de bosquejos y tratados o manuales de
pintura.
En el juego de los reflejos por partida doble,
en estas obras se ve tanto la dinámica de la creación artística a
través del cuadro dentro del cuadro, como la presencia ennoblecida del
propio artífice ante la indiscreta mirada del espectador, quien se asoma
a la intimidad del taller. A lo largo de la historia, el pintor culto
e instruido ha preponderado su jerarquía creativa por encima del
artesano. Los ropajes elegantes con los que se representan distan mucho
de las prendas con manchones multicolores con las que se suele asociar
el oficio. En este espacio comulgan, dentro de un mismo concepto
discursivo, las efigies de los tres artistas como testimonio de la
actitud por exaltar el noble oficio de pintor, no obstante que
provienen de diferentes épocas de la historia de México. Al tiempo,
queda reconocido su protagonismo intelectual a través de la alegoría del
Genio de la pintura.
Museo Nacional de Arte (Munal)
Tacuba 8
Deleg. Cuauhtémoc
Tacuba 8
Deleg. Cuauhtémoc